La Suite Mansart recoge toda la belleza de París.
Su atípica superficie da a una terraza privada, ideal para admirar la Ciudad de la Luz y sus monumentos.
Esta suite de prestigio, original por sus formas y su habitación de formas redondeadas, así como carismática gracias al techo pintado clasificado como Monumento Histórico y el piano de cola del salón, solo puede compararse al recuerdo de un pianista brillante que residió en la plaza Vendôme.
Nadie, amante de la música o no, puede mostrarse indiferente ante el romanticismo y la lírica de esta suite.
El techo pintado
La originalidad de esta suite de prestigio es única en su género. Se trata de un refugio para estetas, apasionados del arte y la música, y de la belleza en general.
Los techos pintados son una auténtica obra maestra de las artes decorativas y las numerosas obras de arte destacan el carácter intemporal de este homenaje artístico a escala real. ¡Qué lujo poder sentarse al piano como si fuera lo habitual en un hotel!
Un virtuoso pianista
El más francés de los pianistas polacos, que llegó a París en 1831 viendo que aquí triunfaba el romanticismo, tuvo en el Hôtel Baudard de Saint James (actual joyería Chaumet), en el número 12 de la plaza Vendôme, el último de sus nueve domicilios parisinos.
Chopin impartió allí clases de piano hasta su última exhalación.